Nací en la preciosa isla de Gran Canaria y hace unos años me mudé a Madrid para cumplir mi sueño de ser actriz. De pequeña, según cuentan mis padres, no paraba de hablar, y para distraerme a veces se inventaban canciones. No sé si funcionaba, pero desde luego yo me lo pasaba genial. El arte entró en mi vida en forma de revolución, de expresión y de compartir. A todo el mundo le parecía que estudiar esta carrera me iba a traer más problemas que beneficios. Y no digo que no los tenga, pero elegí esta vida porque no quería morir sin vivir. Durante este proceso he aprendido, he llorado, y sobre todo me he descubierto. He estudiado en diferentes escuelas durante cuatro años, y cada una de ellas me ha aportado diferentes conocimientos y viajes de emociones. Sigo formándome cada día porque esta carrera consiste en eso, en crecer como actriz y como persona. En mis personajes siempre intento que haya mucha verdad y mucho corazón. Y aunque tenga facilidad en personajes con una carga emocional dramática, también la comedia forma parte de mis virtudes a la hora de entender la interpretación. En conclusión, tengo muchas ganas e ilusión por crear una identidad solida en la industria de la interpretación, y desarrollar mi carrera profesional enriqueciéndola con una variedad de experiencias.
¿Me ayudas a convertir este sueño en realidad?